No crezcas, ¡es una trampa!
Queridos enanos y princesitas cabezas de ñame... no crezcan, ¡es una trampa!
¿Recuerdan cuando les preguntaban si los gemelos eran niños o adultos?... Siempre había duda respecto a este tema y la mayoría de las veces terminaban contestando con una emoción inmensa - ¡son niños! -. Pues la verdad… es que sí.
Intentamos serlo a diario, por lo menos la mitad del día y sobre todo cuando estamos con ustedes. Entrenamos mucho para conservar algunas cosas geniales de ser niño que hacen de la vida algo mucho más especial, y tenemos la peculiar habilidad de pasar de 28 a 8 años en un minuto por el bien de la humanidad. Así que tenían mucha razón, en parte somos niños...
Verán, es que crecer es todo un tema de locos, y aunque tiene su lado guay, con el tiempo descubrirán que ver el mundo desde nuestro punto de vista es mucho más entretenido y relativamente más sano. Podrán tener tantas edades como desees, amigos infinitos, aventuras sin límites y al final… se divertirán como un chanchito en el barro.
No pretendemos con esto decirles como crecer, ya verán ustedes que cagadas hacen para atormentar la vida de sus madres y padres en el proceso (pues eso ya lo hacen a la perfección), pero si queremos que sepan que hay algunas cositas de ¨ser niño" que deben, a toda costa, conservar antes de que las pierdan o se las arrebaten en el camino a ser "grandes".
Salvando la mayoría de los antiguos valores, y pocos de los nuevos, que dictarán su metamorfosis a adultos sanos; debemos insistir que eso de crecer es una verdadera trampa.
Cada vez estamos más convencidos de que "hacerse adulto" en esta época es una progresiva degradación de lo que es ser una persona feliz. Cuando veo la cantidad de cosas con las que interactúan ahora (en el cole, en la tele, en la calle, en el internet y en el puñetero móvil...) me agobia pensar que tendremos una generación con mutaciones, no biológicas, sino mentales; incapaces de ver la vida como un regalo.
Tampoco todo es malo; hay muchísimas cosas de ser "grandes" que les encantará hacer, cuando las hagan; solo queremos que sepan que existen otras cosas geniales que ya tienen, pues son “cosas de niños”, y que a medida que crecen la vida las empujará a perderlas, o cambiarlas por alguna otra cosa sin sentido, y sin darse cuenta habrán olvidado lo valiosas que eran... y luego, sin aviso, las extrañaran.
Así que nuestro consejo aquí es que eso de "madurar", déjenselo a las frutas...
Es por eso que les dedicamos estas líneas para intentar tontamente ayudarles con su acelerado y alocado plan de crecer antes de tiempo. Es probable (como siempre hacen) que no nos paren media bola y hagan lo que les salga del forro jajaja... pero no perdemos nada intentándolo y demostrarles cuanto las queremos a través de consejitos de dos tipos que están más locos que una cabra borracha, pero que quieren verlas felices siempre.
Bueno, al grano. Estas son algunas de las cosas que deben conservar en su camino al mundo de los adultos. Las harán felices, únicas y divertidas. Y si ya las perdieron o no las han hecho aún, pues más les vale que las recuperen o las empiecen a hacer ¡ya! nojoda, o les caeremos a nalgadas!!!... Valdrá la pena, se lo dicen dos tipos que se divierten hasta con una mosca y que logran a toda costa, y a veces con mucho esfuerzo, mantener una sonrisa en momentos difíciles (en gran parte gracias a ustedes).
1.- Conserven la imaginación: Esta es una cosa poderosa. Nunca dejen de usarla. Les hará ver el mundo con otros ojos y podrán inventar lo que sea (desde una divertida travesura hasta excusas para evitar un castigo por hacer esa travesura con los gemelos). Con ella nunca estarán aburridas, y si mezclan su imaginación con un poco de creatividad, les prometemos que serán invencibles. Esta cualidad la pierden muchos adultos al crecer y es tan importante, ¡que hasta a algunos adultos les pagan por usarla!... Consérvenla y el mundo será de ustedes (sino, pues se imaginan que lo es y listo). PD: ¡La imaginación se entrena! Leer es una buena manera de hacerlo; pero si quieren usar otras formas divertidas, como hacíamos en casa, pueden inventar nuevos juegos, canciones, cuentos, bailes, chistes, dibujos, cositas chulas con madera en el taller, tatuarse con plumones, ensuciarse con algo para luego ir a la ducha con el Ice Bucket Challenge, ir al parque, salir a caminar, hacer acrobacias, cocinar algo, correr en la lluvia... y cientos de vainas más... ¡Jamás dejen de usar la imaginación!
2.- Valoren los pequeños detalles: A medida que crecemos, solemos dejar de apreciar esos pequeños detalles y gloriosos momentos en que la vida nos premia con felicidad absoluta, tendemos a darle mucha más importancia a cosas que realmente no lo son; como el dinero, la fama o la aprobación de los demás; tanto que aceptamos dejar de ser felices y hacer cosas que no nos gustan solo por tener una de ellas. Así de tontos somos algunos adultos. Les daremos un secreto, pero no se lo digan a nadie, sshhh... las mejores cosas de la vida ¡son gratis! (o muy muy muy baratas). Si no se les ocurre ninguna, vengan una tarde a casa y les demostraremos que bastan unas pequeñeces y buena compañía para pasar el mejor día de sus vidas. Y con respecto a la aprobación de los demás, solo busquen ser la mejor versión de ustedes; quien realmente merece su esfuerzo las querrá por ser quienes son y verlas felices. Consejo: no dejen de admirar los pequeños detalles de la vida, un día soleado, un regalo sorpresa, el amanecer, los abrazos, los cuentos antes de dormir, esos raticos en familia y amigos... pues son esas cositas las que hacen que tu vida sea maravillosa. Y no olviden que no se puede comprar la felicidad, pero se puede comprar helado, que es más o menos lo mismo.
3.- Fuera los prejuicios: "Prejuicio" es creer una cosa de alguien o algo sin conocerlo o haberlo hecho antes. Anticiparnos a pensar que todo es negativo, "que ese niño es malo", "que eso me va a aburrir", o "que yo no podré hacer eso", las alejará de oportunidades fantásticas para aprender y disfrutar. Supérenlos y verán que el mundo no es tan complicado como lo pintan y que está lleno de cosas chulas y gente genial. Los adultos solemos tener muchos prejuicios, y es en parte por esto que también solemos ser tan aburridos a veces. Aprender cosas nuevas y conocer gente nueva es lo más maravilloso de este mundo. Las primeras limitaciones están en sus cabezas, no dejen que eso las frene de pasársela guay. Y si algún día se encuentran ante un prejuicio que les impida hacer algo o conocer a alguien, recuerden que fue gracias a que dejamos los prejuicios de un lado que logramos conocernos y hacer ¡taaantas cosas divertidas!... Además, si luego de probar algo nuevo resulta que no les gustó tanto, pues ya está, dejan de hacerlo y se quedan con la experiencia. Al final seguro habrán aprendido algo…
4.- Todo es un juego: Esta parte es una de nuestras favoritas. Todo es un juego; jugamos todo el día, con sol, con lluvia, con frio; jugamos a correr, a brincar, a dar volteretas (su juego favorito), a ser superhéroes, a bailar, a cocinar, a hacer las tareas, incluso hemos jugado a "portarnos bien". Los niños somos los únicos que podemos ver todo como un juego donde la idea principal es aprender y divertirse sin importar nada más. De grandes ya la cosa cambia, hay muchas responsabilidades locas y escucharan mucho cosas como "esto no es un juego" o "actua con seriedad", así que vayan preparadas. Ciertamente habrán veces en que hay que ser responsables, serios y cuidadosos, pero eso no es excusa para no pasársela bien... ah! y olvídense de esa vaina de hacer el "ridículo", es solo una censura auto impuesta que algunos adultos usan para no divertirse porque tienen miedo de la gente. Así que sean niñas, y ¡a jugar!
5.- "Hay que probarlo todo, a todas y a todos": En el camino a crecer, a veces comenzamos a decirle que "no" a muchas cosas. Una de las razones principales es que los adultos somos unos miedosos. Ahora tal vez ustedes no lo perciban, pero nos aterra el fracaso. Le tenemos tanto miedo que preferimos no intentarlo o desistir, antes de que nos vean fallar. Los niños somos diferentes, nos atrevemos a todo y si nos caemos, pues nos partimos de risa, nos sacudimos las rodillas y seguimos intentándolo. Todo es una aventura emocionante porque creemos que la magia nos rodea y que todo lo que soñamos es posible. Algunas veces las cosas no saldrán como las esperan, pero tienen que seguir disfrutando de la vida porque las impulsará esa vibrante energía, dulce curiosidad e inocentes ganas de divertirse que ahora tienen… y que deben conservar. Conozcan gente todos los días, prueben todos los sabores de helados, digan que si a todos los juegos, hagan cosas que les den miedo, dúchense con chocolate, metan la cara en una gelatina, estudien muchos idiomas, lean libros, pinten, construyan cosas, hablen con viejitos, ríanse de todo, prueben todos los deportes, aprendan de todo… pruébenlo todo… a todas y a todos… (Por cierto, lo que Mica bebe en la foto es agua, pero aprendió como se hace un buen brindis con los amigos jeje)
6.- Aburrirse es imposible: No hay nada más fácil en este mundo que NO estar aburrido. Y esta es una de las primeras cosas que empezaran a perder; de hecho, ya las he escuchado decir que están aburridas (con la tablet en la mano) en un día hermoso y soleado. Entendemos que hay algunas actividades que de plano no les gustan mucho, y también hay algunas veces en que parece que no hay nada que hacer; pero les aseguramos que con un ligero cambio de perspectiva pueden darse el placer de disfrutar hasta de los deberes del cole, aunque no lo crean. Aquí entra en juego que tan entrenada tengas tu imaginación y tu creatividad... y por amor a los cupcakes!!! la tablet, el móvil y la tele están hechos para apagar tu cerebro y desconectarte del mundo como un zombie, así que úsalos inteligentemente... o mejor, no los usen. Mejor ir y traernos unas cervezas porque ahora mismo vamos a inventar un juego nuevo…
7.- Quédense con su bondad: Todos los niños son buenos, unos más que otros, pero todos lo son. No dudamos un segundo para hacer algo amable y nos llenamos de alegría cuando podemos ayudar porque sabemos que estamos haciendo las cosas bien, como los superhéroes. Pero, todo en este mundo está basado en equilibrios, y así como hay millones de cosas y gente buena, hay algunas no tan buenas. A lo largo de su vida conocerán personas, lugares, creencias y situaciones que parecieran estar allí para sacar lo peor de nuestros corazones y borrarnos la sonrisa... y hasta les harán creer que ser bondadoso es lo mismo que ser un tonto (¡y no lo es!). Pero esto no les pasará a ustedes. Hay muchas maneras de mantener tu bondad, porque también es cierto que no todos la perdemos. Descubrirán que hacer cosas buenas las deja con una estupenda sensación de alegría y orgullo, y les abrirá muchas puertas, como tener muchos amigos y la posibilidad de que alguien también haga cosas buenas por ustedes. Lo chévere de esto es que se contagia... busquen gente bondadosa y diviértanse haciendo del mundo un lugar tan feliz como se les antoje.
8.- Mantengan la espontaneidad: La espontaneidad es una cualidad del ser humano que nos permite actuar guiados más por la pasión que por la razón. Hacer las cosas sin pensarlo mucho porque son agradables y están llenas de magia. Los niños somos espontáneos, eso está claro. De repente sentimos unas cosquillas y tenemos que explotar en actividad y risas. No hay reglas, ni instrucciones, y eso está chulísimo. Pero cuando pasamos a ser adultos eso cambia. No sé si han dado cuenta que los grandes tenemos que tener una razón y un protocolo para todo. Existe todo un agobiante proceso de análisis y coordinaciones solo para ir a sentarse en una banca del parque a conversar de lo que sea. No hay nada que sea más agotador y que provoque más dolor de c&/@ que esos adultos a los que hay que perseguir y presentan un informe de riesgo para poder ir a dar un paseo casual y divertirse. No dejen que esto se convierta en la razón por la que ustedes se envuelvan en una rutina aburrida. Poco a poco se perderán de la vida si comienzan a perder la espontaneidad. Si se consiguen con una amiga en la calle ¡tómense un café y pónganse al día!, si a las 11pm se les antoja ver el mar ¡váyanse a la playa y lleven un vino!, si un domingo se les antojo comer helado con su mamá ¡vayan y búsquenla! no la llamen, solo vayan; si quieres saber de alguien de repente, ¡invítalo a casa!, si les provocó dar un abrazo, decir "te quiero" o "te extraño", ¡háganlo! no necesitan razones... si les dio por rascarse la patatina a mitad de la calle, pues !manos a los bolsillos, mirada disimulante y rásquense como les enseñamos, discretamente (nadie tiene que enterarse que les pica ahí)... ¡Ojo!, no confundan ser espontáneo con ser un pesado, las cosas buenas y divertidas hay que compartirlas, pero las "no tan buenas" hay que canalizarlas (no reprimirlas)... se lo explicaremos mejor luego...
9.- Nutran su curiosidad: Esas ganas inagotables de saber el porqué de todas las cosas es cheverísimo. El mundo está lleno de infinitas cosas geniales; pero a medida que crecemos, esa ilusión por descubrirlas va desapareciendo. Algunos adultos somos unos tontos porque a medida que crecemos dejamos de aprender. No dejen que esto les pase. Sus padres se volverán locos con las miles de preguntas de ¿por qué esto? y ¿por qué lo otro? pero ustedes deben seguir preguntándolo todo; lean, investiguen, sorpréndase con cada cosa nueva y déjense llevar por esa euforia de descubrir algo que no sabían. En el mundo de los niños el conocimiento es diversión y lo que no sabemos lo usamos para aprender y divertirnos aún más; pero en el mundo de los adultos el conocimiento es poder y todo lo que no sepas podría ser usado en tu contra...
10.- Expresen siempre lo que sienten: Esta es importante. Cuando somos niños expresamos lo que sentimos con total sinceridad. Damos besos, abrazos, gritos de emoción, las mejores caras de sorpresa, los pucheros de tristeza más lindos que existen, y más. A medida que nos hacemos grandes, vamos perdiendo esa cualidad y solemos reprimirnos muchos sentimientos, por razones realmente tontas, y eso suele hacer daño por dentro. No vamos a mentirles, es importante aprender a controlar sus emociones, pues ciertamente hay que saber transmitir lo que sentimos de manera que se entienda, con educación y que no incomode a nadie; pero lo que si nunca, nunca, NUNCA, deben dejar de hacer, es expresarse. No importa si no eres del tipo "cariñosa", eso no significa que no sepas demostrar amor. Basta con un detalle, una conversación, compartir algo que te guste, un pequeño mensaje o llamada (al skype si estas lejos), una linda sonrisa, una notita, un dibujito en un trozo de papel... Claro está que de grande no vas a andar dando besos a tu jefe y a toda la oficina como loca, pero siempre que puedas esta bueno demostrar a las personas que quieres lo importantes que son para ti, a tu modo. Así que, tanto si estás absolutamente feliz, como si estás algo triste, déjalo salir....te sentirás genial. Y no olviden que siempre pueden ir a hablar con sus mamis (y papis)... o con nosotros... seremos todo oídos (y tendremos mucho muchísimo helado y cosas para contar)...
Algo más (aparte de lo que ya escribimos), no se olviden que:... jugar o correr bajo la lluvia es lo máximo, no dejen de hacerlo. Hacer volteretas o brincar en una cama elástica es impresionantemente desestresante (y también es un excelente ejercicio), no dejen de hacerlo. La vida es un soundtrack, así que nunca dejen de escuchar música porque ella es para el alma lo que la gimnasia es para el cuerpo (y si no nos creen cierren los ojos, imaginen que están en Santa Eulalia y escuchen esto: música de gemelo). Hacer pijamadas no tiene edad, ni motivos, haz todas las que puedas; pues tienen algo mágico que hace que la personas se la pasen muy bien (y viene con el bonus de compartir el desayuno, algo que es súper especial para los gemelos, porque no hay nada mejor que amanecer con la gente que adoras). ¿Recuerdan todas esas pijamadas que tuvimos? jaja... fueron todas geniales. Ahora mismo estamos pensando en una en la que terminamos enrollándonos en una manta como bolita y empujándonos por todo el salón a ver quién podía llegar más lejos, luego se unieron los grandes y al final terminamos haciendo competencia para ver quien tiraba a un adulto lo más lejos posible por el salón... papá y mamá envueltos en una sábana mientras los empujábamos por el salón jaja… fue genial y nos divertimos todos, sin excepción.
En fin, conserven estas cositas de la niñez y serán adultos geniales. No les estamos diciendo que se convertirán en mujeres exitosas, millonarias o famosas, eso es un tema aparte que explicaremos cuando podamos; lo que si les prometemos es que serán felices y así podrán hacer felices a los demás. Conserven su niñez…
¡Ah!, una cosa más... y esta es la mejor... aunque dejen de ser unas chiquillas, nunca, nunca, NUNCA serán tan grandes como para no llevarlas en nuestros hombros... promesa de gemelos...
Les dejamos algunas de las miles de fotos que hay de ustedes (o nosotros) siendo niñ@s...