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Hoy es domingo...!


Hoy es domingo… y para variar, una peculiar melodía nos ha puesto a conjeturar de nuevo acerca de trivialidades. Entre discutir y recordar, lo que comenzó como una secuela de memorias sobre lo que estuvimos haciendo tal día como hoy en años anteriores, termino volviéndose una discusión sobre las millones de cosas que hacen al domingo un día tan especial... y surgió una pregunta - ¿a dónde carajo se fueron los nuestros? -.

Comencemos por resumir lo que la cultura general describe como un domingo. Es el séptimo día de la semana. En algunos calendarios es el último día, en otros es el primero. Es el día feriado por excelencia en la mayoría de los países del mundo. Tenemos 52 de ellos cada año (algunas veces 53) y por alguna razón en la antigua roma se le llamaba “dies solis”, que significa “día de sol”, quizás haciendo una acertada referencia a que en este día la vida tenía que brillar.

Definitivamente hay cierta magia en torno este día y sinceramente es una pena que dejemos de creer en ella arrastrados por nuestra implacable rutina, los nuevos protocolos sociales que parecen prejuicios disfrazados y las excusas vacías que luego llenamos con el uso banal de la tecnología (queda excluido de esto el leer este blog). Hay que recuperar la magia.

Hay millones de cosas que hacen especial a un domingo. Las infinitas posibilidades de que algo genial pueda pasar porque no hay reglas este día; la increíble sensación de no tener horarios ni compromisos, el dulce espacio de tiempo extra que tenemos en la cama, el olorcito del café que puedes tomarte tranquilito sin ver el reloj, pasar todo el día en pijamas viendo pelis, escuchar música, visitar gente, lugares, hacer algo fuera de la rutina (que para algunos seria limpiar) o simplemente cagar en paz… De seguro estás haciendo una de estas ahora… y eso sin contar otro millón de razones más que hacen que el domingo sea un día tan sabroso y lleno de "guanconcó" para la inmensa mayoría de los mortales.

Claro está que cada quien disfruta su “dies solis” como mejor le parezca, y es que domingos hay de muchos tipos. Hay para quienes este día debe estar lleno de “relax”, es el día perfecto para descansar de la rutina de la semana y la principal actividad es tumbarse a dormir todo el día y deleitarse con un tiempo a solas. Para otros todo se trata de la “aventura”, así que se lanzan a respirar aire fresco y liberar endorfinas con ejercicios y emocionantes actividades, paseos y juegos al aire libre. Para otros es momento de “compartir” y no pierden ni un segundo para arrejuntarse con todas esas personas que hacen que sus sonrisas le den la vuelta a la cara hasta formar un círculo. Y quizás para otros incautos sea un día "normal" donde lo mejor será trabajar para ponerse al corriente con lo que quedo pendiente de la semana.

Pero el común denominador es que esta jornada de 24 horas es mágica, especial, digna de esperarla con ansias durante los otros 6 días restantes de la semana y trabajar con cariño en torno a que este día podamos cumplir micro sueños que engrandezcan nuestra existencia. En nuestra opinión, es totalmente posible ser igual de feliz y lograr días fantásticos sin importar si es Lunes o Miércoles, pues cada día tiene el potencial de ser un espectáculo; pero no podemos refutar el hecho de que el Domingo es el día indicado y predeterminado para hacer lo imposible... ¡en serio!. Fíjate que no tienes excusas, horarios, responsabilidades, distracciones ni compromisos que se interpongan en el propósito de honrar tu Domingo haciendo de él lo que se supone que debe ser: ¡Asombroso! (y la razón principal por la que odiarás los Lunes).

Acabamos de tener una larga época en la que nuestros domingos fueron perdiendo su significado progresivamente. Con la rutina y las superficialidades de la vida, fuimos llevando trabajo al fin de semana, lo que provocaba que fuéramos menos productivos durante la semana y luego lleváramos más trabajo al fin de semana creando un círculo vicioso. Poco a poco nos olvidamos que había un día para alimentar el corazón, hasta que finalmente todo perdió la magia. Pero basto tocar fondo un poco y conseguirnos con la gente adecuada para decirnos ¿a dónde m¡&#d@ se fueron nuestros domingos?

Nos disponemos ahora a redefinir nuestro único día para ser realmente espontáneos y quitarnos las ataduras del mundo real. Decidimos que no se trata de hacer lo mismo pero diferente. Debes de verdad hurgar en tus palpitantes ganas de hacer algo nuevo e ir a hacerlo. Corre esos kilómetros de una vez por todas, maneja bicicleta, haz algo que te de miedo, lee ese puto libro que tienes pendiente, ve y toca la puerta de alguien que extrañes, junta a todos tus amigos y haz una barbacoa en casa ¡porque si!, toma una receta de algún libro viejo y hazla, compra unas cervezas y ve a ayudar a tu papá a pintar esa pared que tiene tantas ganas de pintar y sabes que aún no ha hecho, juega con tus hijos y esta vez disfrázate sin ninguna vergüenza, tírate de un avión si te da la gana… pero no te quedes sin hacer nada ¡por favor!... y mucho menos hagas lo que haces siempre porque la rutina eventualmente solo te hace un idiota.

Hay que reservar este día como un lienzo en blanco para llenarlo de cosas que realmente nos hagan sentir vivos. De hecho, es increíble lo interesante e importante que puede volverse un domingo bien "hechecito". Le puedes poner lo que tú quieras: parrillita, cerveza, relax, películas, deportes, paseo, aventura... tu solo, en pareja, con familia, con amigos, en "cambote", con plata, sin plata, en la casa o el en carrizo viejo... incluso, puede llegar a ser algo tan valioso ¡que lo puedes regalar! Y será el mejor obsequio que le habrás dado a alguien jamás.

"No obsequies cosas, mejor ofrece momentos... #RegalaUnDomingo"

Así que ya puedes olvidarte de regalar cosas, mejor ofrece momentos... envuelve lo mejor de ti y regala un domingo. ¡No seas pichirre! Si eres una persona promedio probablemente tengas disponibles algo de 3 mil domingos a lo largo de tu vida. Haz que valgan la pena. Para ti y para alguien más.

En la bitácora de nuestras vidas hemos tenido miles de domingos geniales (cerca de 1344 para intentar ser un poco más exactos), algunos de los cuales seguro compartimos contigo, con la creatividad usual que envolvía nuestros fines de semana gemelo-style. Es más, si recuerdas alguno en especial coméntalo para poder recordarlo también.

En fin, motivados por toda esta diatriba y contentos por tener tanta gente "inescrupulosamente adorable" con las que pasamos un montón de Domingos "ilegalmente pletóricos" que nos llevaron a recordar lo mágico que es este día, decidimos enviarles una canción con el único propósito de darles las gracias por compartir con nosotros. ¡Y vaya sorpresa la que nos llevamos al ver la cantidad de respuestas que recibimos de vuelta!... desde notitas de voz y mensajitos chulos hasta videos de una de nuestras chiquillas lindas bailando mientras memorizaba la letra (lo máximo Carlotita). La canción pegó como chicle al pelo, y dejo a mucha gente feliz y a nosotros agradecidos de saber que (sorprendentemente) hay por allí algunos locos que nos regalaron domingos de película... y otros con los que seguro los compartiremos pronto.

Hora de darle homenaje a quien lo merece, el aplauso va para Diego Torres y Rubén Blades; este par de cantantes increíbles que se juntaron para dejarnos una canción fenomenal, que te eriza la piel y te dan ganas de vivir en un domingo eterno (aunque esto sería tonto, porque sin lo demás días el domingo no seguiría siendo EL domingo, en fin...). Pónganse inmediatamente esta canción en el Billboard de sus cabezas, reúnan a la gente que adoran y denle play ya mismo porque "hoy es domingo... y no hay nada mejor".


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