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¿Que hacemos con este pasillo?

enabaro
23 ene 2016
3 Min. de lectura

Saliendo un poco de nuestra zona de confort (que son las intervenciones con hilos), juntamos un par de ideas para una nueva creación con la gente genial de Panuts; esta vez para el espectacular espumante de Zonin, que no está de más que les digamos que está buenísimo!!!

La instalación sería en una discoteca en el boulevar de Asia, en la playa. Cuando fuimos a ver el espacio nos topamos con un pasillo de entrada a medio construir, oscuro y paliducho. ¿Qué cosa podemos hacer aquí? La palabra "jodidos" cruzo nuestras cabezas... Después de pensarlo por un par de días nos hicimos de la idea de colocar esferas doradas en el techo para crear un efecto infinito colocando espejos en las paredes. Sacamos la idea en una conversación que tuvimos sobre un observatorio de neutrinos que ganó el Premio Nobel de Física el año pasado (no pregunten como llegamos a esta conversación, solo llegamos y ya está) y nos pareció increíble el aspecto surrealista del lugar; y además ¡encajarían perfecto con las burbujas del espumante! Les recomendamos googlear el observatorio de neutrinos y ver lo cerca que esta la ciencia del arte.

Después de no dar nunca con el paradero del proveedor que le hace las esferas al observatorio de neutrinos de Japón (por obvias razones), como "pis aller" mandamos a hacer unas esferas en anime o termopor (recién descubrimos que ese es su nombre) y luego las cubrimos con una masa pastosa llamada Temple que curiosamente nos sugirió una amiga erudita de los "quehaceres de la vida". En un par de comidas en su casa moldeamos cada esfera con paciencia mientras un gracioso ponía de fondo musical el soundtrack de la película "Ghost". Las dejamos secando y luego se lijaron para dar ese aspecto liso y brillante; pero lijar no hubiese sido tan divertido sin la perfecta compañia de una par de sobrinas adoptivas que cantaban a todo pulmón "Let it go" mientras caía el polvo del lijado o como ellas decían -"Nieveee"- mientras bailaban debajo hasta ponerse blancas. Listas las esferas, se recubrieron con varias capas de sellador, base y finalmente el toque lo dio una visita al taller del chato José por un baño de pintura automotriz color dorado. Luego, una capa de pintura escarchada, que impactantemente ya viene en aerosol, y las esferas quedaron listas para la instalación.

Con todo esto, nos fuimos a Asia (100km al sur de Lima) y nos pusimos manos a la obra. Pero gracias a Murphy y su estupenda ley el coche se dañó justo antes de partir, así que tuvimos que irnos al borde de la autopista a pedir un aventón a la limeña. Unas 4 horas después, entre chistes (...trabajar con "bolas doradas" se presta para que pases haciendo bromas todo el día...), un par de helados y la estupenda ayuda de Liza (ahora experta en "bolas" - ¡ves, puedes hacer chistes con cualquier cosa! jaja) el resultado final fue espectacular.

El efecto infinito se ve genial, el techo quedo impresionante y las luces dan una nota increíble al recorrido. Una vez más estamos muy satisfechos de haber podido materializar una lluvia de ideas y lograr algo que, esperamos, impresione a todos lo que entren a la rumba por ese alucinante pasillo de Zonin. Gracias a Panuts y su grupo de súper-chicas creativas.

Aquí una cuantas fotos...