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Larcomar - Feria de Cerveza Artesanal

enabaro
5 abr 2016
2 Min. de lectura

Larcomar… este icónico centro comercial limeño organiza y celebra regularmente, dentro de sus espaciosas plazas con vista al océano, una gran lista de exclusivos e interesantes eventos y activaciones de grandes marcas.

En esta ocasión estaban preparando una estupenda Feria de Cerveza Artesanal, donde algunos de los mejores creadores de esta trascendental bebida ofrecerían una degustación de sus más artesanales y originales fermentaciones. En motivo de esta celebración, nos invitaron a intervenir la Plaza Gourmet, donde se haría la feria, con una obra colorida y especial.

De inmediato nos pusimos a pensar en la intervención ideal para este espacio y, considerando que le pieza estaría en el exterior, suspendida sobre la feria sin tocar el suelo, y que además el viento seria inclemente con ella, se nos vino a la mente una estructura triangular desde la cual colgarían miles de cintas de muchos colores, creando un semi-sólido flotante a primera vista, pero que cuando el viento soplara nos brindara una explosión de color. Adaptación que hicimos del hermoso trabajo de la arquitecta francesa Emmanuelle Moureaux llamado "100 Colors Nro. 03", instalado en el Shinjuku Central Park (Tokio) en el 2014.

Utilizamos alrededor de 4mil metros de cinta, en 40 diferentes colores, los cuales se cortaron según la medida establecida y se ordenaron minuciosamente de manera que formaran un degradado suave de colores dentro de la estructura triangular, la cual se armó con cables de acero y cadenas.

Casi toda la instalación fue in situ. Por las noches y hasta el amanecer estuvimos en la Plaza Gourmet dando forma a la pieza central. Calculando, entre medidas y un poco de ensayo y error, la mejor posición de los anclajes, Elevando la pieza a su altura ideal. Asegurando las abrazaderas de acero a las columnas del mall. Y al final, dando los detalles finales para ver la obra terminada y esplendida.

Esta intervención quedo fantástica. La impresión visual que genera el conjunto de cintas de colores flotando en orden específico a pocos centímetros de tu rostro es inspiradora y no puedes evitar pararte debajo y dejarte llevar por su suave movimiento. Sin embargo lo más deleitante es ver al viento acariciar al arte. Admirar como el viento interrumpe esa pacifica inercia y atraviesa la estructura haciendo bailar las cintas en un colorido y hermoso caos descontrolado, para luego volver a su estado inicial. Una sensación de dualidad sin duda exquisita.

Como siempre, nos complace mucho ver un nuevo trabajo hecho con cariño, robando miradas y sonrisas. Estamos sumamente agradecidos con Larcomar, por invitarnos a intervenir y darnos la oportunidad de colocar una mágica pieza en un hermoso lugar como lo son sus plazas. La receptividad de la intervención fue genial; la gente no dejaba de acercarse a disfrutar de la obra y tomarse fotos, incluso sin haber terminado de instalarla, y la difusión ha sido grandiosa. Ojala sea el comienzo de una gran lista de intervenciones asombrosas frente al mar.